Ruta hanseática por el norte de Alemania

Día 1. Hamburgo
Día 2. Hamburgo
Día 3. Wismar
Día 4. Lubeca
Día 5. Luneburgo
Día 6. Stade-Bremen
Día 7. Bremen
Día 8. Bremen-Munster


La ruta
Volamos con Ryanair a Hamburgo y regresamos desde Colonia porque fue la combinación más barata de vuelos que encontramos, unos 100 euros por persona ida y vuelta.

Después de pasar un par de días en Hamburgo, alquilamos un coche para recorrer el norte de Alemania visitando otras ciudades hanseáticas cercanas. Aunque todas se pueden visitar en transporte público porque hay buenas conexiones por tren y autobús, el coche es lo más recomendable para ahorrar tiempo y no depender de horarios, especialmente si viajas con dos niños pequeños como era nuestro caso. El coche lo alquilamos con Avis y nos costó 260 euros para 6 días, incluyendo las dos sillitas infantiles y el extra de devolverlo en otra ciudad.

Conducir por Alemania tiene la particularidad de que en muchos tramos de autopista (Autobahn) no hay límite de velocidad, así que no es raro ver pasar caros Mercedes y BMW más rápidos que Fernando Alonso. En muchas carreteras secundarias, incluso aquellas sin arcenes, puedes encontrar límites de 100 km/h.

No obstante, a pesar de esa laxitud con la velocidad, los trayectos no son tan rápidos como cabría esperar porque en Alemania los atascos son muy habituales, sobre todo cerca de las ciudades, y las carreteras están casi siempre en obras.

Carretera secundaria en la Baja Sajonia.

Los alojamientos suelen ser caros en las ciudades alemanas, sobre todo los más céntricos, pero siempre se puede encontrar alguna ganga en hostales o apartamentos. La cadena de hostels A&O, presente en muchas ciudades, es una buena opción económica si vais con niños porque tiene habitaciones familiares baratas, dan un buen desayuno buffet y tiene zona de juegos infantiles.

En cuanto a la gastronomía, además de los típicos platos alemanes de codillo o salchichas, en la costa norte son habituales los platos de pescado, que también se consume mucho en bocadillos. Lo que no falta, por supuesto, es la cerveza.

El tiempo en el mes de noviembre es bastante frío y suele llover a menudo, así que el paraguas y el impermeable no deben faltar en la maleta. Tampoco un calzado resistente al agua. En esta época del año anochece sobre las 16.30 horas, así que por las tardes no se pueden planificar demasiadas visitas.

Un par de cervezas alemanas en una taberna de Wismar.

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