Cobá y Gran Cenote


Para ir a las ruinas de Cobá alquilamos un coche que es, sin duda, la mejor opción para moverte por la Riviera Maya porque las carreteras son buenas y están bien señalizadas. En Playa del Carmen hay montones de pequeñas compañías de alquiler a precios muy competitivos (20-30 dólares por día), pero el seguro que ofrecen suele ser muy básico y la asistencia en carretera también es limitada. Además, si quieres recoger el coche en tu hotel y devolverlo allí mismo para ahorrarte el desplazamiento a Playa del Carmen, te cobran un extra (20-30 dólares más).

La otra opción es alquilarlo directamente en el hotel. Casi todos los grandes complejos turísticos tienen oficina de alquiler de alguna gran compañía internacional (Hertz, Avis, Europcar...) y, aunque los precios son más caros, la calidad del coche y la asistencia técnica es mejor. A nosotros el coche nos costó 60 dólares por día, pero con un seguro a todo riesgo, que es mucho más caro que el básico. Nos dieron un Chevrolet con cambio automático, el más utilizado en EE UU y México.

Desde Playa a Cobá se tarda una hora y media. Primero hay que ir hasta Tulum por la autovía y luego coger la carretera hacia Valladolid hasta que aparezca el desvío a Cobá. Esta carretera está rodeada de un denso bosque tropical y atraviesa tres o cuatro pequeños pueblecitos.

Al llegar a los pueblos hay que estar muy atento a los badenes, en México llamados topes, que se colocan en la carretera para limitar la velocidad. Algunos son exageradamente altos y capaces de destrozar los bajos del coche si pasas demasiado rápido. La mayoría están bien señalizados, pero hay alguno traicionero.



Carretera hacia las ruinas de Cobá.



Nuestro Chevrolet blanco de alquiler.



Tope para reducir la velocidad en la entrada de un pueblo.


Las ruinas de Cobá son uno de los yacimientos más atractivos de la Riviera Maya porque se encuentran en medio de la selva, rodeados de un frondoso bosque tropical, que te protege del sol abrasador del Caribe. Hay varios senderos abiertos a través de la vegetación, que comunican los diferentes restos arqueológicos. Se pueden recorrer a pie en 2 o 3 horas y también en bicicleta, que alquilan en la entrada de las ruinas.

El principal atractivo de Cobá es la gran pirámide del Nohoch Mul, que, con sus 42 metros de altura, es una de las más altas construidas por los mayas, más grande incluso que la famosa pirámide de Chichen Itzá. Esta pirámide tiene, además, la ventaja de que se puede subir hasta su cima desde donde se obtienen fabulosas vistas de la selva que la rodea (en Chichen Itzá está prohibido subir).

La subida a la pirámide de Nohoch Mul es muy empinada, pero hay una cuerda para que se agarren aquellos que sufren vértigo. Y merece la pena subir para disfrutar del espectacular océano verde que cubre todo el paisaje hasta el horizonte. Solo se divisa selva.

Otro lugar destacado es el Juego de Pelota, presente en casi todas las ruinas mayas. Es un recinto de piedra donde las antiguas culturas mesoamericanas competían por equipos en una mezcla entre deporte y rito religioso. El objetivo era colar una pesada pelota por un anillo de piedra. El capitán del equipo ganador solía ser sacrificado y el perdedor, humillado ("Por eso en México nunca ganamos el Mundial de fútbol", suele ser una socorrida broma de los guías turísticos).

También es impactante la pirámide conocida como La Iglesia, que se encuentra en la entrada del recinto y es la primera estructura que se ve. Es también muy alta y está rodeada de maleza, pero no se puede subir hasta la cima. La entrada a las ruinas de Cobá cuesta 59 pesos (3,6 euros) y el párking, 40 pesos (2,5 euros).



Párking de las ruinas de Cobá.



Taquillas de las ruinas de Cobá.



Cartel informativo en español y en lengua maya.



La pirámide La Iglesia, la primera que te encuentras al entrar al recinto de Cobá.



Más ruinas en el conjunto arqueológico de La Iglesia.



Los senderos para visitar las ruinas, rodeados de selva.



Juego de Pelota de Cobá.



Otra imagen del Juego de Pelota.



Detalle del anillo de piedra por donde se introduce la pelota.



Un relieve grabado en la piedra, en el Juego de Pelota.



En bici por las ruinas de Cobá.



La gran pirámide de Nohoch Mul.



Subiendo a la gran pirámide de Cobá.



Una cuerda para agarrarte durante la subida.



Hay tramos muy empinados.



Las fantásticas vistas de la selva desde lo alto de la gran pirámide de Cobá.



Un vistazo a la base de la pirámide.



Volvemos a los sombreados caminos de Cobá.



Si no apetece caminar ni pedalear, siempre se puede coger una bici-taxi como estas.



El observatorio de Cobá.



Otra ruina maya en el recinto de Cobá.



Piedra con un antiguo grabado maya.


De regreso a Playa del Carmen paramos en el Gran Cenote, que se encuentra a 3 kilómetros de Tulum, poco antes de llegar a la autovía. Los cenotes son una especie de cuevas o grutas de origen kárstico que están llenas de agua. En la península del Yucatán hay centenares de cenotes de todo tipo. Algunos son auténticas cuevas subterráneas y otros están al aire libre.

Los cenotes eran lugares sagrados para los mayas y en la actualidad son uno de los grandes reclamos turísticos de la Riviera Maya. Algunos cenotes están inundados de agua turbia y poco apetecible, pero hay cenotes de aguas cristalinas en los que se puede nadar y bucear observando su precioso fondo rocoso.

El Gran Cenote es uno de los más agradables para nadar. Tiene una zona al aire libre muy amplia y un par de grutas subterráneas. Aunque es demasiado pequeño para bucear con bombona de oxígeno (algunos lo hacen), es ideal para nadar y hacer snorkel. El agua es cristalina, las formaciones rocosas son muy bonitas y se pueden ver algunos pececillos y tortugas.

La entrada al Gran Cenote cuesta 150 pesos (9 euros). Dentro del recinto hay baños y taquillas para dejar la ropa, que cuestan 30 pesos (1,8 euros). También alquilan gafas y tubos por si no tienes equipo de snorkel. En los alrededores hay agradables jardines para tumbarse al sol entre baño y baño.



De regreso, rumbo al Gran Cenote.



Llegamos al Gran Cenote.



El Gran Cenote se divisa entre la maleza.



Escalera para bajar al Gran Cenote.



Alguno bucea con bombona de oxígeno, aunque el Gran Cenote es más apropiado para el snorkel.



Un baño en el Gran Cenote.



Otra vista del Gran Cenote.



Nadando en las cristalinas aguas del Gran Cenote.



El Gran Cenote se adentra en una gruta.



Nadando entre rocas.



Una tortuga en el Gran Cenote.



Vista del rocoso fondo del Gran Cenote.

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