Viaje a la isla de Corfú

Para llegar a la isla de Corfú hay que coger un ferry en la ciudad de Igumenitsa, en la costa del mar Jónico. Desde Glyki solo tardamos tres cuartos de hora en llegar al puerto de Igumenitsa y los billetes del ferry los habíamos comprado con antelación por internet, algo que recomendamos porque el barco iba lleno. De hecho, diría que iba demasiado lleno porque apenas había un milímetro de espacio entre los coches aparcados en el barco: la tripulación se encarga de aprovechar al máximo el espacio y los roces entre vehículos no son raros. Eso explica por qué la mayoría de las compañías de alquiler de coches te obligan a pagar un seguro extra para coger ferries en Grecia. Afortunadamente, el nuestro salió ileso del trayecto, que dura una hora. El billete de ida y vuelta nos costó 100 euros (2 adultos, dos niños y un coche).

Puerto de Igumenitsa.


Ferry a Corfú.


Los coches, pegadísimos en el interior del ferry.


Conocida en griego como Kerkyra, Corfú pertenece a las islas Jónicas de Grecia y es, sin duda, una de las más conocidas y turísticas del país. La capital, Corfú Town, es una preciosa ciudad con un laberíntico casco antiguo, patrimonio de la Humanidad. Sus estrechas callejuelas recuerdan su pasado veneciano y también británico, pues en el siglo XIX la isla estuvo controlada por los ingleses, que dejaron su huella en forma de palacios neoclásicos.

Vale la pena perderse por las calles de la ciudad vieja, repletas de comercios y restaurantes, y contemplar las fabulosas fachadas en tonos pastel que son un icono de la isla. Entre los puntos de interés, destacan sus dos grandes fortalezas: la vieja, construida en el siglo XII por los venecianos junto al mar y conocida como Palaio Frourio; y la nueva, también levantada por los venecianos en el siglo XVI.

Otros lugares destacados son el Museo Arqueológico, la iglesia de Agios Spyridon o el Palacio de San Miguel y San Jorge, que alberga el museo de Arte Asiático. Este palacio se encuentra en la Spianada, una gran plaza que se extiende delante de la fortaleza vieja.

Si el calor aprieta, hay que acercarse al mar para darse un chapuzón en plena ciudad. La playa de Faliraki es una pequeña cala bajo la ciudad vieja con un pequeño muelle desde donde saltar al mar, con fabulosas vistas del centro histórico.

Nosotros aprovechamos para visitar la ciudad de Corfú el día que llegamos y hacia el final de la tarde pusimos rumbo al pueblo de Kassiopi, en el norte de la isla, donde nos alojamos las tres noches que pasamos en Corfú.

Ciudad de Corfú.


La ciudad de Corfú, vista desde el mar.


Entrada a la Fortaleza Nueva de Corfú.


Escultura en la ciudad de Corfú.


Callejuelas de Corfú Town.


Las calles están repletas de terrazas.


Bonita plaza en la ciudad vieja.


Paseando por la vieja Corfú.


Las decadentes fachadas de la ciudad vieja.


Palacio de San Miguel y San Jorge.


La Fortaleza Vieja de Corfú.


Agradable terraza junto al mar.


Otra callejuela de la ciudad vieja.


Más calles de Corfú Town.


Las esponjas naturales son muy típicas en Corfú.


Otra agradable terracita.


Corfú Town.


Un baño junto a las murallas de Corfú.


Kassiopi es un tranquilo y agradable pueblo con un pasado marinero que se abre a una bonita bahía frente a la costa de Albania. Es uno de los pueblos con más encanto de la isla y tiene magníficas playas de piedra con aguas cristalinas. Las mejores son Bataria Beach y Kanoni Beach, una muy cerca de la otra y a las que se puede llegar caminando desde el pueblo.

El pueblo también tiene mucha animación, con bastantes bares y restaurantes para cenar. Lo más complicado aquí es aparcar porque las calles son muy estrechas y apenas hay sitio si no tienes parking en el alojamiento, aunque hay un parking público a la entrada del pueblo en el que siempre hay sitio y es barato: 5 euros el día completo.

Desde Kassiopi hicimos una excursión hasta el conocido como Canal del Amor, situado a unos 45 minutos, también en la costa norte de la isla. El Canal del Amor es una playa muy pintoresca en la localidad de Sidari, que destaca por las blancas rocas que la flanquean y desde las que se puede saltar al mar. Hay además una especie de cueva muy bonita que atraviesa una montaña de roca y que se puede cruzar nadando. Mide unos 10 metros de largo y parece que aquí dentro se esconda el tesoro de algún pirata. Seguramente, esta cueva o canal submarino da nombre al lugar.

Hay que decir que las carreteras de Corfú son un dolor de muelas porque, aunque son muy pintorescas y ofrecen fabulosas vistas desde algunos puntos, son estrechísimas y soportan bastante tráfico, incluidos autobuses y camiones. No es raro tener que maniobrar en alguna curva cuando te encuentras un autobús de cara. Es importante estar atentos y conducir con paciencia porque, aunque las distancias no sean largas, se tarda bastante en ir de un sitio al otro. Hay que calcular una velocidad media de 50 km/h como mucho. Sirva como ejemplo que para ir de Kassiopi a la ciudad de Corfú solo hay 35 kilómetros de distancia, pero se tarda una hora.

Kassiopi.


Puerto de Kassiopi.


Calle principal de Kassiopi.


Las costas de Albania se divisan desde las playas de Kassiopi.


La playa de Bataria Beach, al fondo.


Playa de guijarros blancos, en Bataria beach.


La escarpada costa de Kassiopi.


Otra playa cercana a Kassiopi.


Preciosa calita en Kassiopi.


El Canal del Amor.


Canal del Amor.


En el Canal del Amor hay muchos lugares para saltar al mar.


Montaña de arenisca en el Canal del Amor.


Canal del Amor.


Canal del Amor.


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