Qué ver en la isla de Korcula

Para llegar a la isla de Korcula, pronunciada 'Korchula', desde Dubrovnik se tarda unas tres horas en coche. Hay que recorrer prácticamente toda la península de Peljesac, una bella región vinícola de Croacia, hasta el pueblo de Orebic, desde donde salen los ferrys a Korcula. La isla está muy cerca de la península de Peljesac, de hecho es perfectamente visible desde Orebic y el ferry apenas tarda 15 minutos en cruzar la estrecha franja de mar que los separa. En agosto suele haber ferries casi cada media hora.

Nosotros de camino a Korcula hicimos una escala en el pueblo de Ston, al principio de la península de Peljesac. Es un pequeño pueblo famoso por su gran muralla, que serpentea a lo largo de la montaña durante más de cinco kilómetros y que se conoce como la 'muralla china europea'. Su contrucción data del siglo XIV y se puede recorrer a pie. Además, el pueblo de Ston y su vecino Mali Ston son famosos por los criaderos de ostras y casi todos sus restaurantes las ofertan en sus menús. En Ston hay muchos restaurantes con terrazas donde probar este manjar típico de la zona. Después de probar una tapita de ostras con un vino blanco de Peljesac, continuamos la ruta hasta Orebic para coger el ferry a Korcula.

La muralla de Ston vista desde la carretera.


La muralla de Ston recorre la montaña.


Pueblo de Ston.


Otra calle de Ston, con la muralla al fondo.


Una tapa de ostras en Ston.


Península de Peljesac.


La isla de Korcula se divisa al fondo.


Viñedos de Peljesac.


El ferry a Korcula.


Navegando en el ferry rumbo a Korcula.


La costa de Peljesac vista desde el ferry.


Llegando a Korcula.


Los ferries te dejan prácticamente al lado de la ciudad de Korcula, capital de la isla y también su lugar más bonito. La ciudad antigua de Korcula está rodeada por murallas de piedra y se levanta en una pequeña península por lo que sus muros están rodeados de mar. El laberíntico entramado de estrechas callejuelas te transporta rápidamente a la Edad Media, pues este es uno de los cascos antiguos medievales mejor conservados de Croacia.

La catedral de San Marcos es el edificio más destacado y se erige en el centro de la ciudad vieja. Fusiona estilos románico y gótico veneciano y se puede subir al campanario, desde donde se obtienen buenas vistas del centro histórico. También se puede subir a la torre de la Puerta de Tierra (Kopnena Vrata), el acceso principal a la ciudad antigua.

Dentro de la vieja Korcula lo mejor es callejear contemplando sus vetustos palacios y pequeñas iglesias que se esconden por todos sus rincones. El centro histórico es pequeño y en un par de horas se puede ver perfectamente. Por las noches, la ciudad vieja de Korcula tiene bastante animación porque está llena de restaurantes con terraza, algunas junto al mar en lugares idílicos para cenar.

Por toda la ciudad se pueden encontrar menciones a Marco Polo, el viajero más famoso del medievo, que según la tradición local nació en esta isla en el año 1254, cuando Korcula estaba bajo dominio veneciano. Aunque el lugar de nacimiento real de Marco Polo está en entredicho, ya que otras teorías dicen que nació en Venecia, lo que sí está documentado es que Marco Polo pasó por esta isla en algún momento de su vida. Naciera o no aquí, lo cierto es que en Korcula se conserva la que dicen es su casa natal y un pequeño museo.

Para obtener las mejores panorámicas de la ciudad vieja de Korcula vale la pena parar en el gran centro comercial construido al inicio de la carretera que desciende hacia el pueblo. Desde el parking superior de este centro comercial se puede contemplar toda la ciudad a la perfección.

La ciudad vieja de Korcula.


La ciudad vieja de Korcula desde más cerca.


Puerta de Tierra, principal entrada a la ciudad vieja de Korcula.


Dentro de la ciudad vieja.


Centro histórico de Korcula.


Muchas callejuelas terminan en el mar.


Catedral de San Marcos.


Ciudad vieja de Korcula.


Ciudad vieja de Korcula.


Vistas desde la ciudad vieja.


Terrazas junto al mar, muy animadas por la noche.


Además de su capital, la isla de Korcula es famosa por sus vinos. Y el epicentro del vino en Korcula es el pueblo de Lumbarda, en el extremo este de la isla, a solo 7 kilómetros de la capital. Es un pequeño pueblo rodeado de bodegas y viñedos, donde se pueden probar algunos vinos. Hay montones de pequeñas bodegas familiares que ofrecen catas, todas muy parecidas. Nosotros hicimos una en la bodega Popic que nos costó 200 kunas, unos 25 euros. Probamos tres vinos, acompañados de un plato de embutidos y quesos de la zona, con higos y frutos secos, además de una jarra de limonada casera para los niños. La cata se hace en una mesa exterior con vistas a los viñedos, muy agradable al atardecer para contemplar la puesta de sol.

Lumbarda también cuenta con algunas playas cercanas muy populares, como la de Vela Przina, la mejor de la zona y que se caraceteriza por ser de arena, toda una rareza en Croacia donde la mayoría de playas son de piedra o roca. La misma playa del pueblo de Lumbarda también es de arena, aunque no es tan bonita como la anterior.

Carretera a Lumbarda.


Pueblo de Lumbarda.


Los viñedos de Lumbarda.


Los viñedos se extienden hasta el mar.


Vistas de Lumbarda desde la bodega Popic.


Vino y tabla de embutidos en la bodega Popic.


Playa de Lumbarda.


Cualquier lugar es bueno para darse un baño.


Otro día lo dedicamos a recorrer un poco la isla, muy montañosa en su interior y con escarpados precipicios. Las carreteras son todas muy estrechas y repletas de curvas, por lo que se tarda bastante en hacer cualquier trayecto, aunque el paisaje es precioso, rodeado de pinos y con espectaculares vistas de la costa desde muchos puntos.

Fuimos a la playa de Pupnatska Luka, que es la más conocida de la isla y una de las mejores, según los lugareños. Para llegar hay que descender un escarpado puerto repleto de curvas hasta llegar a esta cala rodeada de pinos y de agua transparente. La playa es de piedra y es perfecta para pasar el día. Vale la pena traer comida en una neverita para hacer un pícnic, pero en su defecto también hay un restaurante que sirve comidas y bebidas.

Escarpados acantilados en el interior de la isla de Korcula.


Vistas de la isla de Korcula.


Playa de Pupnatska.


Piedras y agua transparente en la playa de Pupnatska.


En los alrededores de Pupnatska hay rocas desde donde saltar al mar.


La playa de Pupnatska, rodeada de bosque.


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