Casablanca

Casablanca es la capital financiera de Marruecos y la ciudad más importante del país con un área metropolitana de cinco millones de habitantes. Es una urbe caótica de amplias y sucias avenidas flanqueadas por blancos edificios de fachadas decadentes. Su aeropuerto Mohammed V es el más transitado y la principal puerta de entrada a Marruecos. Para llegar al centro de la ciudad cogimos un grand taxi por 300 dirhams (27 euros). Los petits taxis, que son más baratos, tienen prohibido el acceso a los aeropuertos marroquís.

La gran mezquita de Hasan II, con su gigantesco minarete de 210 metros de altura, es su principal atractivo. El templo se levanta a orillas del Atlántico y para llegar se puede coger un petit taxi en el centro por 10 dirhams (0,9 euros). Como llegamos en viernes no pudimos visitar la mezquita por dentro, ya que es el día de oración para los musulmanes. Nos conformamos con verla por fuera, paseando un rato por la gran plaza que la rodea y el destartalado paseo marítimo que empieza a sus pies.

La medina de Casablanca también merece una visita porque no es tan turística como la de otras ciudades y se encuentra un ambiente más auténtico en su interior. La torre del reloj, en la plaza de las Naciones Unidas, es la principal entrada a la medina.

Nos alojamos en el hotel Astrid, bien situado en el centro. Es un poco decadente, pero funcional. La habitación doble con baño privado nos costó 370 dirhams (33 euros). Cerca del hotel está el restaurante Al-Mounia, con buena comida, vino y terracita. La cena nos costó 200 dirhams por persona (18 euros). Al lado del hotel también hay una tienda donde venden cervezas, que puedes tomarte en la recepción del hotel.

A la mañana siguiente cogimos un petit taxi hasta la estación de Casa-Voyageurs donde compramos los billetes de tren a Fez. No hay problema en encontrar plaza porque los trenes salen casi cada hora durante el día. El billete en segunda clase cuesta 110 dirhams (9 euros) y el trayecto dura 4 horas. Son trenes cómodos, aunque te puedes topar con situaciones cómicas como la de encontrar un polizón viajando debajo de nuestro asiento para esquivar al revisor y ahorrarse el billete.


Mezquita de Hasan II, una de las más grandes del mundo.


El minarete mide 210 metros.


Entrada a la mezquita de Hasan II.


Paseo marítimo de Casablanca, junto a la mezquita de Hasan II.


Lugareños buscando moluscos junto al Atlántico.


Palacio de Justicia, de principios del siglo XX.


Coches en la plaza de Mohammed V.


Avenida del centro de Casablanca.


Otra avenida de blancos edificios.


Calle peatonal Prince Moulay Abdellah.


Atardeciendo en el centro de Casablanca.


La torre del reloj, en la plaza de las Naciones Unidas.


La torre del reloj es la entrada a la vieja medina.


Callejuelas de la medina de Casablanca.


Las calles de la medina están muy destartaladas.

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