El Gran Teatro de Epidauro

El Gran Teatro de Epidauro se encuentra muy cerca de Nauplia, a solo 30 km, así que se puede visitar perfectamente en una excursión de medio día. Nosotros así hicimos, aunque aprovechamos el día completo para ir por la mañana a la playa con los niños y a última hora de la tarde, cuando el calor aprieta menos, fuimos al teatro.

Buscando información por internet, nos decidimos por la playa de Kalamaki, que está cerca del Teatro de Epidauro, y allí pasamos la mañana. Aparcamos en la cercana playa de Vagionia y caminando enseguida se llega a la de Kalamaki, que es una pequeña playa de guijarros rodeada de bosque. Es bonita, pero tampoco para tirar cohetes, sobre todo comparándola con otras playas espectaculares del Peloponeso que estuvimos.

Playa de Kalamaki.


Playa de Kalamaki.


Por la tarde, mucho más fresquitos, fuimos a ver el complejo arqueológico del Gran Teatro de Epidauro. La entrada cuesta 12 euros y da acceso al teatro, un pequeño museo y a otro conjunto de ruinas conocido como el santuario en las indicaciones.

El plato fuerte es, por supuesto, el Gran Teatro de Epidauro, un lugar realmente espectacular con más de 2.000 años de historia y que forma parte del Patrimonio de la Humanidad. Fue construido en el siglo IV ac con capacidad para 14.000 personas y ha llegado hasta nuestros días en un excelente estado de conservación.

Te das cuenta de la inmensidad del teatro en cuanto subes por las gradas y miras hacia el lado opuesto. También es sorprendente la acústica porque desde las gradas más altas se escucha perfectamente lo que ocurre en el escenario.

En la actualidad todavía se siguen realizando representaciones, motivo por el que también se ven focos de iluminación y altavoces que restan un poco de encanto a la visita. No obstante, asistir a una representación de teatro clásico en este escenario tiene que ser algo mágico.

Después del teatro visitamos el Museo de Epidauro, que es muy pequeño y guarda algunas estatuas y otras piezas encontradas en este complejo arqueológico, en el que no solo destaca el teatro, pues también hay muchos otros edificios notables en el recinto del santuario.

Algunos de los principales son el Tholos, de planta circular y que en la antigüedad estaba rodeado por 26 columnas dóricas; o el Asclepeion, un santuario dedicado a Asclepio, el dios de la medicina. También se pueden ver los restos de un estadio o el Katagogion, edificio que sirvió como albergue para los peregrinos que llegaban a Epidauro.

El Gran Teatro de Epidauro.


El teatro de Epidauro es inmenso.


Otra vista del teatro de Epidauro.


Las gradas del teatro de Epidauro.


Atardeciendo en Epidauro.


Las ruinas del complejo arqueológico de Epidauro.


Columnas jónicas en Epidauro.


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