Yokohama


Aunque se trata de la segunda ciudad más poblada de Japón, con 3,5 millones de habitantes, Yokohama bien podría considerarse un barrio más de Tokio porque ambas metrópolis se tocan y están comunicadas por varias líneas de cercanías.

Si los días disponibles para visitar Tokio son escasos, no merece demasiado la pena acercarse hasta Yokohama porque en la capital nipona se pueden encontrar barrios mucho más interesantes en los que invertir el tiempo.

Yokohama es una ciudad portuaria sin demasiados atractivos turísticos, que a mediados del siglo XIX, cuando Japón se abrió al mundo, se convirtió en uno de los principales enclaves comerciales del país. A sus muelles empezaron a llegar mercancías extranjeras y la ciudad prosperó rápidamente contribuyendo a dinamizar la industrialización japonesa.

El puerto de Yokohama sigue siendo en la actualidad uno de los principales reclamos de la ciudad, con un agradable paseo marítimo junto al mar que recorre los muelles, desde el parque Yamashita hasta las islas artificiales de Minato Mirai.

Sobre estas islas se encuentran los llamativos almacenes de ladrillo rojo, conocidos como Akarenga Soko. Eran antiguos barracones utilizados para guardar mercancías del puerto hace más de un siglo, pero que han sido restaurados y transformados en pequeños centros comerciales. Las fachadas son muy bonitas.

Cerca de estos barracones se alza la majestuosa Landmark Tower, uno de los rascacielos más altos de Japón con 296 metros de altitud. Este imponente edificio es el auténtico símbolo de la moderna Yokohama y es visible desde cualquier punto de la ciudad.

Subir al mirador situado en la planta 69 cuesta 1.000 yenes (10 dólares), un ascenso que se realiza en uno de los ascensores más rápidos del mundo. Dicen que en días claros y soleados se divisa la silueta del Monte Fuji, pero nosotros no pudimos comprobarlo porque ese día estaba lloviendo a cántaros y el cielo, totalmente cubierto por las nubes. Ni siquiera subimos a la torre porque la visibilidad era nula.

Además de la zona del puerto, el otro gran punto de interés de Yokohama es el Chinatown, el mayor barrio chino de Japón. Nació en el siglo XIX debido a la gran cantidad de inmigrantes chinos que se instalaron en la ciudad atraídos por la frenética actividad comercial del puerto. En la actualidad, sin embargo, la mayoría de la población china se ha marchado a otros barrios y sus calles han sido tomadas por los turistas.

El Chinatown es un buen lugar para comer (comida china, por supuesto) porque está repleto de restaurantes y de puestos callejeros que sirven todo tipo de especialidades del país vecino. Las calles de este barrio están delimitadas por las clásicas puertas con dragones y decoración china. La parada de Ishikawacho de JR es la más cercana al Chinatown. Desde aquí se puede ir caminando por el puerto hasta la Landmark Tower.



Paseo marítimo de Yokohama.



Los rascacielos de Yokohama, con la Landmark Tower a la izquierda.



Gaviotas sobre la cadena del barco.



Los almacenes de ladrillo rojo del puerto de Yokohama.



Los viejos almacenes se han transformado en centros comerciales.



Un Pokemon gigante ha aterrizado en Yokohama.



Otra vista de la Landmark Tower, al fondo.



Distrito financiero de Yokohama.



El velero Nippon Maru, de 1930, se puede visitar por dentro.



Antiguo puente ferroviario, acondicionado ahora para peatones.



Sede del gobierno de la Prefectura de Kanagawa, cuya capital es Yokohama.



Calle del centro de Yokohama.



Platos expuestos en la calle. Muchos restaurantes japoneses acompañan la carta con recreaciones de plástico de sus platos, algunas son muy reales.



La Marine Tower, junto al parque Yamashita, es el faro del puerto de Yokohama.



Puerta de acceso al Chinatown de Yokohama.



Mucho ambiente en las calles del Chinatown.



Bolas rellenas de carne, una especialidad china.



Chinatown de Yokohama.

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