Sapa

Llegamos a Hanoi sobre las cuatro de la tarde, procedentes de la Bahía de Halong, y volvimos al hotel donde nos habíamos alojado los primeros días, el Camel City, para recoger los billetes de tren a Sapa. El viaje de ida y vuelta nos costó 70 dólares en litera blanda (soft sleeper). Los hoteles cobran una pequeña comisión por sacarte los billetes, de entre 1 y 5 euros, pero te ahorras el trámite de visitar la estación.

El viaje en tren dura 9 horas y el nuestro salió sobre las 7 de la tarde, así que llegamos todavía de noche a la estación de Lao Cai, en la frontera china. En el párking de la estación hay autobuses, taxis y furgonetas compartidas esperando a los viajeros para llevarlos hasta Sapa. Hay 40 kilómetros por una carretera llena de curvas y se tarda una hora en llegar. Nosotros fuimos en una furgoneta compartida por 50.000 dongs (2 euros).



En el tren, de camino a Sapa.



Interior del vagón.


Al llegar a Sapa buscamos hotel. La oferta es muy amplia, pero también hay muchos turistas y algunos establecimientos cuelgan el cartel de lleno. Nos quedamos en el hotel Hill Tribe por 10 dólares la habitación doble, sin desayuno. Es un establecimiento básico, con alguna que otra cucaracha, pero aceptable por ese precio y bien situado en plena calle Cau May, donde se concentran la mayoría de bares y restaurantes. Tiene agua caliente, importante porque Sapa está situada a casi 2.000 metros y, si el sol no acompaña, puede hacer frío incluso en verano.

Lo más llamativo de Sapa son sus coloridos mercados. A la plaza principal del pueblo acuden a diario las mujeres de las aldeas cercanas para vender tejidos, collares y otras piezas de artesanía. Pertenecen a etnias minoritarias como las Hmongs o las Dzaos y todas van vestidas con sus trajes tradicionales. Están todo el día deambulando por Sapa intentando vender algo a los turistas o llevarlos de excursión por las aldeas de los alrededores. Aunque algunas pueden llegar a ser muy insistentes, son simpáticas y chapurrean el inglés.

Cerca de la plaza principal está el Mercado de Sapa donde los lugareños venden fruta, carne, pescado y verduras. Vale la pena recorrerlo por las mañanas, cuando el género está fresco y hay más movimiento de gente.

También merece una visita la cercana montaña de Ham Rong. Aunque ha sido transformada en un pequeño parque de atracciones, con senderos marcados, fuentes y jardines, se obtienen fantásticas panorámicas de Sapa desde lo alto.



Calle principal de Sapa.



Ambiente en las calles.



Iglesia de Sapa.



Las vendedoras se protegen del sol con paraguas.



Mercado étnico en la plaza principal de Sapa.



Mujeres Hmongs vendiendo telas en la plaza de Sapa.



Coloridos tejidos.



Un grupo de Hmongs descansa en las escaleras.



Rostro de una Hmong.



Mujer con el pañuelo de las Dzaos rojas.



Ho Chi Minh también está presente en Sapa.



Mercado de Sapa.



Los puestos se amontonan en el mercado.



Pescado vivo en el mercado.



Eligiendo el pescado más fresco.



Pollería en el mercado de Sapa.



Y aquí la carnicería.



Panorámica de Sapa desde la montaña de Ham Rong.


Pero el gran atractivo de Sapa no es el pueblo, sino sus alrededores con cientos de pequeñas aldeas de campesinos y espectaculares terrazas de arroz. Hay montones de rutas para caminar o montar en bici atravesando bellos paisajes.

El primer día fuimos caminando al cercano pueblo de Cat Cat, situado al fondo de un valle, a unos 3 kilómetros de Sapa. En Cat Cat, además de ver la vida de los lugareños, se puede visitar una pequeña cascada o remontar el curso de un río a través de un agradable bosque.



De excursión al pueblo de Cat Cat.



Las famosas terrazas de arroz de los alrededores de Sapa.



Las terrazas de arroz escalan empinadas pendientes.



Pueblo de Cat Cat.



Un río en los alrededores de Cat Cat.



Cascada de Cat Cat.


Para el segundo día contratamos una excursión con guía, que nos costó 20 dólares por persona con la comida incluida. Casi todos los hoteles ofertan trekings por los alrededores, que pueden ser de media jornada o del día completo. Nosotros lo reservamos en el hotel Cat Cat View, que aparece en la Lonely Planet, porque nos pareció una ruta más larga y menos transitada por los turistas. Además, era para un grupo reducido de cuatro personas, mientras que otros hoteles formaban grupos de hasta 15 personas.

Nuestra guía era una Hmong, aunque en realidad fuimos todo el día acompañados por cuatro o cinco Hmongs, ya que estas mujeres acostumbran a unirse a los grupos de turistas para charlar con ellos y practicar idiomas. También, de paso, para venderles algún recuerdo al final de la ruta.

En total caminamos unos 30 km atravesando espectaculares paisajes salpicados de terrazas de arroz y bosques de bambú. Visitamos cinco aldeas de Hmongs, Dzaos y de otras etnias minoritarias. En uno de ellos comimos. Sobre las tres de la tarde, después de 7 horas de caminata y bastante cansados, regresamos en coche a Sapa. Vale la pena coger un tour que incluya la vuelta en coche o moto porque así puedes alejarte más de Sapa caminando.



Vista de Sapa al inicio de nuestro treking de 30 kilómetros.



Las montañas de Sapa, también llamadas Alpes Tonkineses.



Caminando entre terrazas de arroz.



Nuestro grupo de guías Hmongs.



Idílico paisaje de campos de arroz.



Verde, verde y más verde.



Un joven pastor con sus búfalos.



Panorámica de las terrazas de arroz.



Detalle de los escalones que forman las terrazas.



Los lugareños aprovechan cualquier resquicio para cultivar arroz.



Una joven Hmong.



La montaña, cubierta de arrozales.



Cruzando un puente.



Preparando un guiso de búfalo.



Una pequeña aldea entre los campos.



Turistas fotografiándose en el puente colgante.



Otro vistazo a las terrazas de arroz.


El último día cambió el tiempo y amaneció con lluvia, pero nos compramos unos impermeables y alquilamos una moto (5 dólares el día completo) para recorrer los alrededores a nuestro aire. Con la moto subimos al cercano puerto de Tram Ton, a 2.000 metros de altitud, y, a pesar de la bruma, disfrutamos de buenas vistas del valle de Sapa. Por el camino paramos en la llamada Cascada de Plata o de Thac Bac, un salto de agua de 100 metros junto a la carretera. Hay un sendero para trepar junto a la cascada.

Después de comer nos perdimos con la moto por algunos caminos embarrados y llegamos hasta el pueblo de Ta Phin, a unos 10 kilómetros de Sapa. Está habitado por la etnia de los Dzaos rojos, llamados así porque las mujeres se recogen el pelo con pañuelos colorados. El pueblo está en medio de un bonito paisaje entre montañas y campos de arroz. Al atardecer dejamos la moto y volvimos en furgoneta compartida (2 euros) a Lao Cai para coger el tren nocturno de regreso a Hanoi.



De excursión en moto.



Puerto de Tram Ton.



Llegando a la cascada de Plata.



Cascada de Plata.



Búfalos en la carretera.



De camino al pueblo de Ta Phin.



Brumoso paisaje en las cercanías de Ta Phin.



Niños en los arrozales.



Calle principal de Ta Phin.



Mujeres Dzao rojas haciendo sus labores en el pueblo de Ta Phin.



Dzao rojas en Ta Phin.

10 comentarios:

  1. Uno de los mejores lugares de Vietnam
    nosotros no pudimos visitarlo por causa de un tifon que inundó toda la zona y murio mucha gente en el 2007 .
    un abrazo y geniales imagenes

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  2. Hola Bleid. Muchas gracias. Siento que no pudeiras visitarlo. Es un lugar muy pintoresco y con montones de rutas para caminar o ir en moto. Un abrazo!

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  3. Me parecen preciosas las fotos, lástima que tu blog sea tan "estrecho" en una pantalla quedan pequeñitas para lo bonitas que son.
    Saludos viajeros

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  4. Si los mercados de por sí ya me parecen interesantes, el colorido del mercado de Sapa debe ser alucinante.
    Un lugar que no me pienso perder cuando viaje a Vietnam.

    Un abrazo

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  5. Hola Paco. Tienes razón, nuestro diseño de blogger se ha quedado un poco anticuado. Estamos intentando renovarlo para que las fotos sean más grandes, pero lleva su tiempo. A ver si para 2013 lo conseguimos!! Saludos!

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  6. Hola M. Teresa. Sí, si vas a Vietnam no dejes de visitar Sapa. A nosotros fue lo que más nos gustó junto a la Bahía de Halong. Los mercados y las rutas por los pueblos de los alrededores son fantásticas!! Un abrazo!

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  7. Anónimo12/11/13

    Que buen viaje. Ire dentro de pocos dias y ya me puedo hacer una idea de lo que vere.

    Si solo estare dos dias me recomiendas mas alquilar una moto o hacerlo caminando?

    Gracias

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  8. Hola

    Yo te recomendaría que reserves un día para hacer una excursión caminando por las terrazas de arroz con alguna guía Hmong. Esa es la mejor forma de disfrutar el paisaje. Para el segundo día sí que no es mala idea alquilar una moto para recorrer los caminos más alejados por tu cuenta. Saludos!!

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  9. Hola , queria saber en que mes del año fueron, ya que se ve precioso!
    gracias!!!

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  10. "Es un establecimiento básico, con alguna que otra cucaracha"

    Me has dejado completamente traumatizada!!!!!

    Que suerte que no te den asco, porque yo suelo hasta escribir a los hoteles trenes y barcos para que fumiguen antes de mi llegada

    Un autentico suplicio.....

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