Mykonos
La última escala del crucero fue la isla de Mykonos, otro joya del Egeo que muchos comparan con Ibiza. Y tiene algo de parecido porque también está repleta de clubes y discotecas, que abren sus puertas hasta el mediodía. Mykonos es también un paraíso gay y nudista con muchas playas donde los bañadores se pueden dejar tranquilamente en casa.
En Mykonos se respira un ambiente 'cool', 'fashion' y cualquier otro adjetivo inglés que queramos buscarle. Eso se nota también en las joyerías y tiendas de lujo que salpican todas las calles de la ciudad vieja de Mykonos, también conocida como Jora. Los precios de los bares y restaurantes de moda también hacen honor a ese ambiente selecto de la isla.
Pero, a pesar de ser una de las islas más turísticas de Grecia, Mykonos ha sabido conservar su esencia. Las estrechas callejuelas de la capital son un laberinto de fachadas blancas donde es fácil perderse y el litoral conserva el aroma pesquero de antaño. En la parte alta de la ciudad se conservan viejos molinos de viento, una de las imágenes más características de la isla.
Las estrechas carreteras de Mykonos también han plantado cara a la modernidad y, aunque en algunos tramos no quepan dos coches, se agradece la ausencia de autopistas o dobles carriles, que siempre estropean el paisaje. Lo ideal para desplazarse por la isla es alquilarse una moto o un quad, muy económicos debido a la alta competencia.
Como nosotros éramos cuatro personas, optamos por un coche de alquiler, que nos costó 35 euros por el día completo. Eso sí, el aire acondicionado es un lujo del que se acuerdan muchos motoristas.
Con el coche recorrimos parte de la isla, aunque no toda porque preferimos disfrutar de sus paradisíacas playas. Primero nos bañamos en la playa de Paradise Beach, que tampoco era nada del otro mundo. Además, estaba prácticamente tomada por las tumbonas de los bares y restaurantes del lugar.
Desde allí fuimos a la Super Paradise Beach y pronto entendimos que el prefijo de súper era merecido porque el agua era cristalina y perfecta para nadar. Sobran, quizás, algunas tumbonas porque los restaurantes del lugar también tienen tomada prácticamente toda la arena, aunque eso es casi una constante en las playas de Grecia. Super Paradise Beach es una playa gay y nudista, aunque también se puede ir en bañador.
Después de disfrutar de las playas fuimos a comer al pueblo de Ano Mera, situado en el corazón de la isla. Es la única población de Mykonos sin mar y es famosa por su plaza repleta de tabernas griegas tradicionales con terraza. Se come de lujo y los precios son mucho más económicas que en los locales modernos de la isla. Nosotros comimos en la taberna Giorgos y Marina, muy recomendable.
A pocas millas de Mykonos se encuentra la isla de Delos, donde se encuentran las ruinas del famoso santuario de Delos, uno de los principales yacimientos arqueológicos de Grecia. Desde la capital de la isla parten barcos hacia Delos. Nosotros no fuimos por falta de tiempo.
Al atardecer volvimos al puerto de Mykonos para devolver el coche de alquiler y regresar al barco, donde pasamos la última noche antes de llegar a Atenas, final del crucero. En el post de nuestro viaje a ATENAS 2010 se puede encontrar información sobre la capital de Grecia.
Los característicos molinos de viento de Mykonos.
Comercios en una callejuela de Mykonos.
Apetece perderse por las estrechas calles del pueblo.
La sombra de un campanario.
La blanquísima iglesia de Paraportiani.
Una capilla ortodoxa frente al mar.
Paseando por el pueblo de Mykonos.
Vendiendo fruta.
Mercadillo de pescado.
Bonitas fachadas frente al mar.
Una panorámica del pueblo de Mykonos.
Pelícano amenazando a una turista.
Volvemos a entrar en el laberinto del pueblo viejo de Mykonos.
Agradable terracita escondida en una callejuela.
Paseando por Mykonos.
Azul y blanco, los colores que dominan todas las fachadas.
Recorriendo la isla con el coche de alquiler.
Las carreteras son realmente estrechas.
Panorámica de la playa de Super Paradise Beach.
La relajante Super Paradise Beach.
Disfrutando de la playa y el mar.
El quad es un popular medio de transporte en Mykonos.
El árido paisaje de la isla.
Casas blancas salpican los montes de Mykonos.
Aparcamos el coche frente a la iglesia de Ano Mera.
Taberna griega en el pueblo de Ano Mera.
Seguimos de ruta por la isla.
Una última panorámica de Mykonos.
Hola
ResponderEliminarMi nombre es Mónica y soy de Argentina
Estoy organizando mi viaje a Grecia
¿Que lugar me recomendás para alojarme en Mikonos?
El Harmony Hotel, frente al Puerto Viejo es una ooción marsvillosa!
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