Nazca

El autobús de Arequipa a Nazca tarda solo 8 horas y no 12 como nos habían dicho en la agencia donde compramos los billetes. Ese error de cálculo hizo que nos plantáramos en Nazca en plena noche a las 4.00 h. de la madrugada.

Por suerte habíamos reservado habitación en el hotel Alegría, que está justo enfrente de la estación de Cruz del Sur. El tío de recepción se enrolló y, como tenían habitaciones libres, nos dejó disponer de ella en ese momento. Todo un lujo porque nos echamos a dormir 3 horitas más en una cama cómoda después de haber pasado una noche demasiado corta en el bus. El hotel está muy bien y tiene hasta piscina para el verano. La doble con desayuno cuesta 120 soles (28 euros).

Nazca es una pequeña ciudad en medio del desierto que se ha convertido en uno de los principales destinos turísticos de Perú gracias a los dibujos que hicieron en la arena las antiguas tribus nazca hace más de mil años. Estas enormes figuras, algunas de más de 100 metros de longitud, solo son visibles desde el aire y vale la pena contratar un vuelo en avioneta para observarlas. Los vuelos son caros, pero solo ver el desierto de Nazca a vista de pájaro merece la inversión.

Contrariamente a lo que recomienda la Lonely Planet, la mejor opción para contratar un vuelo es plantarte directamente en el aeropuerto de Nazca a las 8-9 h. de la mañana y preguntar en las distintas compañías. Intentamos hacerlo por teléfono desde Arequipa y todas nos decían que no tenían plazas, pero al llegar al aeropuerto no fue nada difícil encontrar hueco en casi todas. Además, los precios son algo más baratos contratando directamente con la compañía aérea.

Lo difícil es reservar el vuelo para un hora determinada. Al amanecer suele haber nieblilla y nunca se sabe cuando van a comenzar los vuelos. Solo cuando aparece el sol, empiezan a despegar las avionetas y si en ese momento estás en el aeropuerto tienes más posibilidades de volar. Lo normal es que te digan una hora para que estés en el aeródromo y tu vuelo salga al cabo de un par de horas.

Nosotros reservamos con Alas Peruanas y nos costó 75 dólares por persona más 20 soles de tasas de embarque (unos 57 euros en total). Los vuelos son parecidos en todas las compañías y son seguros después de que en marzo o abril se estrellara una avioneta con turistas franceses a bordo. Desde entonces, solo operan en el aeropuerto las compañías fiables.

El vuelo dura media hora más o menos y el paisaje desde el aire es impresionante. Kilómetros y kilómetros de árido desierto rodean la ciudad de Nazca y esconden un verdadero tesoro, las líneas de Nazca. Durante el vuelo te pones unos cascos para escuchar la voz del piloto que te va señalando donde están los dibujos. Se ven todos bastante bien, aunque es difícil sacar buenas fotos a través del cristal de la avioneta y por culpa de los reflejos del sol en la arena. El mono, el colibrí, la ballena, el cóndor, el astronauta, el perro... son algunas de las figuras que dibujaron los nazcas para que las contemplaran sus dioses desde el cielo.

El otro gran atractivo de Nazca es el cementerio de Chauchilla, una necrópolis en mitad del desierto donde observar momias de la época Nazca en perfecto estado de conservación. Las excavaciones continúan hoy día y no es difícil encontrarse con huesos esparcidos por la arena del desierto. La mejor forma para llegar es contratando la excursión en un agencia. A nosotros nos costó 40 soles más 5 de entrada al cementerio (unos 10 euros). El cementerio está a unos 20 km al sur de Nazca por la Panamericana. Se pueden ver las Líneas de Nazca por la mañana y Chauchilla por la tarde.

Al día siguiente nos fuimos con Cruz del Sur a Paracas, que tiene un bus diario entre ambos lugares. La empresa Ormeño también une estos dos destinos a diario. El trayecto dura solo 4 horas y el billete nos costó 36 soles (8 euros).



¡Preparados para volar en el aeródromo de Nazca!



Campos de cultivo en las cercanías de Nazca.



El desierto de Nazca a vista de pájaro.



La sombra de nuestra avioneta se proyecta en el desierto.



El astronauta, una de las figuras de las Líneas de Nazca.



El cóndor.



El colibrí.



La araña.



Las manos.



El desierto, precioso desde el aire.



Los Nazca también dibujaron líneas rectas como éstas.



Una torre para ver las Líneas desde el suelo.



Una concurrida calle de Nazca.



Otra calle del centro de Nazca.



Vendiendo fruta en la calle.



Una colorida pollería.



Puestos de frutas y verduras en la calle.



La Panamericana de camino a Chauchilla.



El desierto de Nazca.



Aquí llueve uno o dos días al año como mucho.



Tumbas en el cementerio de Chauchilla.



Para encontrarte a esta momia de Chauchilla por la noche.



Otra momia de Chauchilla.



Y aquí una parejita.

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