Nablús



Al día siguiente salimos de Tiberíades y llegamos hasta la frontera norte entre Israel y Cisjordania, territorio palestino. Allí se cruza el primer check-point (punto de control) del ejército israelí. No ponen demasiadas pegas. Al otro lado de la frontera nos esperaban un par de conductores que se ofrecían a llevarnos hasta el check-point de Nablús a un precio desorbitado (no recuerdo exactamente cuánto). Les dijimos que no y entramos a un bar de carretera que hay en la frontera para meditar qué coño hacíamos. Entonces uno de los conductores vino a buscarnos y aceptó llevarnos por un precio razonable.

Durante el trayecto cruzamos la ciudad de Jenín, llena de murales a favor de los mártires de Al-Aqsa y demás. Las carreteras palestinas poco tienen que ver con las israelíes. El pavimento está lleno de baches y son todo curvas. El conductor, muy simpático, nos puso una cinta cassette de música palestina 'revolucionaria', con consignas anti-israelíes, y de vez en cuando nos iba parando para hacer alguna foto.

En el chek-point de Nablús nos despedimos de él. Cruzamos caminando el punto de control y tuvimos que convencer a los soldados israelíes para que nos dejaran entrar en la ciudad. Todos pensaban que estábamos locos por querer entrar, pero al final hablando de Ronaldinho y Beckham nos dijeron que 'pa dentro'.

Cruzado el punto de control, montamos en una furgoneta de línea que nos llevó al centro de la ciudad, a unos 2 km. Nablús está totalmente sitiada por el ejército israelí. Para entrar o salir de ella hay que pasar por uno de los puntos de control hebreos.

La ciudad, sin nada de turismo, es muy atractiva. Los palestinos se acercan a saludarte y están encantados de recibir visitas. El casco antiguo está edificado en piedra, con montones de mercadillos árabes y gente en la calle. Los pósters de los mártires palestinos están por todos lados. Estuvimos unas horas recorriendo el centro de la ciudad y nos marchamos para continuar viaje hasta Ramallah. De nuevo, taxi hasta el check-point de la salida. Detector de metales. Y furgoneta hasta el chek-point de Ramallah. En Palestina se viaja de check-point en check-point.


Carteles de apoyo a los Mártires de Al-Aqsa inundan las calles de Jenín y Nablús.


El check-point de entrada a Nablús.


Simpático niño palestino sorprendido de ver turistas en Nablús.


La zona moderna de Nablús.


Encantador casco antiguo de piedra.


Una callejuela del casco antiguo.


Vendiendo especias en la calle.


Un vendedor de frutas.


Una panorámica de la ciudad.


Carnicería en el casco viejo.

No hay comentarios