Kuala Lumpur



Kuala Lumpur es una de las principales puertas de acceso al sudeste asiático porque su aeropuerto internacional ofrece múltiples conexiones con Europa a precios muy competitivos. Además, la aerolínea de bajo coste Air Asia tiene su base central en Kuala Lumpur y permite volar desde la capital malaya a cualquier país de la región por poco dinero.

Eso sí, el aeropuerto de Kuala Lumpur parece construido a mala idea porque está a casi 70 km de la ciudad. Afortunadamente hay un tren rápido, el KLIA Ekspres, que solo tarda 28 minutos en llegar al centro. El billete cuesta 35 ringgits (8,5 euros) y te deja en la estación central de trenes (KL Sentral). También hay un tren más lento, el KL Transit, que tarda 40 minutos y cuesta 12,5 ringgits (3 euros). Un taxi sale por unos 100 ringgits (25 euros) y tarda 50 minutos siempre que el tráfico no doble la duración del trayecto. El autobús no merece la pena porque tarda más de una hora.

Es importante diferenciar entre el aeropuerto internacional de Kuala Lumpur (KLIA) y la terminal de bajo coste (LCCT), que se encuentra a media hora en autobús de la principal, justo al lado del circuito de Fórmula 1 de Sepang. Todos los vuelos de Air Asia salen desde esta terminal low cost y no hay que confundirse porque podría significar perder el vuelo. Las conexiones desde esta terminal con el centro de Kuala Lumpur son mucho peores porque no está conectada por ferrocarril. La mejor opción es comprar un billete combinado de bus-tren (12,5 ringgits), que incluye el trayecto en autobús hasta una estación del KL Transit. En total se tarda una hora en llegar al centro de Kuala Lumpur. Si el tiempo apremia, es mejor coger un taxi.

Una vez en la ciudad es relativamente fácil moverse utilizando su caótico sistema de metro y monorraíl elevado. El precio de los billetes depende del número de estaciones que se quieran recorrer, pero son muy baratos.



Metro elevado de Kuala Lumpur.


Nosotros nos alojamos en el barrio chino, en el hotel Chinatown Boutique, donde la habitación doble sin desayuno nos costó 100 ringgits (25 euros). Tiene aire acondicionado y está bien situado en plena calle Hank Lekir, que por las noches se transforma en un mercadillo al aire libre con restaurantes y bares con terraza. El mercado también se extiende a las calles adyacentes como Jalang Petaling, todas repletas de puestos callejeros de comida. No muy lejos se encuentra el Central Market, buen lugar para comprar souvenirs, aunque demasiado turístico.

El Chinatown es uno de los barrios más antiguos de Kuala Lumpur y muchas de sus decrépitas fachadas son excelentes muestras de la arquitectura de la época colonial. Sus calles también esconden pequeños templos taoístas de la comunidad china, como el de Guandi o el Sze Ya. Otro templo curioso es el Sri Mahamariamman, principal centro de culto de la comunidad india, coronado por una ornamentada torre de 22 metros.



Amaneciendo en Chinatown.



Entrada al templo taoísta de Guandi.



La animada calle Hang Lekir, corazón de Chinatown.



Mercadillo en Hang Lekir.



Cocinando en una calle de Chinatown.



Puestos de comida callejeros.



Paseando por el Chinatown de Kuala Lumpur.



Ricas anguilas vivas, listas para ser cocinadas.



Detalle de las angilas, junto a otra jaula de ranas vivas.



VÍDEO: Cocinero de Kuala Lumpur



Mercado de Chinatown.



Fast-food en el mercado de Chinatown.



Pescadero mostrando orgulloso su género.



Por la noche hay montones de puestos de comida en Chinatown.



Nuestra cena, en una terraza de Chinatown.



Vendedor de coronas de flores, en la puerta del templo hindú de Sri Mahamariamman.



Preparativos de boda en el templo Sri Mahamariamman. Durante nuestra visita presenciamos una colorida ceremonia.



Dos jóvenes damas de honor, esperando a la novia.



La novia, a la izquierda, siguiendo el ritual hindú.


Cerca del Chinatown se levantan dos de las mezquitas más importantes de Kuala Lumpur, no hay que olvidar que Malasia es un país musulmán y que la mayoría de la población es practicante. La Mezquita Nacional, también llamada Masjid Negara, es una enorme construcción de los años 60, con capacidad para 15.000 fieles y un minarete de más de 73 metros de altura. Mucho más bonita es la mezquita Masjid Jamek, de principios del pasado siglo. Las dos se pueden visitar fuera de las horas de rezo. Prestan chilabas para las mujeres que no vayan cubiertas y para los hombres en pantalón corto.

A escasos metros de la mezquita Masjid Jamek se encuentra la gran plaza Merdeka Square, el centro neurálgico de Kuala Lumpur. En la época colonial era un campo de cricket para la élite británica, de ahí su enorme extensión. La plaza está rodeada por edificios ministeriales y de justicia, entre los que destaca el Sultan Abdul Samad Building, de ornamentada arquitectura árabe. En el centro de Merdeka Square ondea una enorme bandera de Malasia.



Mezquita Masjid Jamek.



Interior de la mezquita Masjid Jamek.



Echando una siesta en la mezquita Masjid Jamek.


Vistas desde Merdeka Square, con la torre Menara KL al fondo.



Edificio Sultan Abdul Samad, en Merdeka Square.



Una calle del centro de Kuala Lumpur.



Las vías del metro pasan por encima de esta avenida.



Otra céntica calle.



El río Sungai Klang, que atraviesa Kuala Lumpur, es una cloaca.



La sede de los ferrocarriles malayos es un bonito edificio de estilo árabe.



La mezquita Masjid Negara, también conocida como National Mosque.


Otro barrio antiguo de la capital malaya es Little India, donde se esconde algún mercadillo interesante y suena música de Bollywood desde el interior de las tiendas. Es un buen lugar para disfrutar de un delicioso pollo tandoori.



Una calle de Little India.



Prensa india, en el barrio de Little India.



Calle comercial en Little India.



De compras, en un mercadillo de Little India.



Las fachadas de la época colonial contrastan con los rascacielos de cristal.


Tras recorrer Chinatown y Little India se puede coger el metro para cambiar totalmente de registro visitando los barrios modernos de Kuala Lumpur. El cambio es radical y parece que te encuentras en otra ciudad. Las malolientes alcantarillas y la suciedad de las calles dejan paso a modernos centros comerciales, parques bien cuidados y rascacielos de cristal.

Los más famosos son las Petronas Towers, los edificios más emblemáticos de Kuala Lumpur, visibles desde cualquier punto de la ciudad. Con sus 451 metros fueron las torres más altas del mundo durante cinco años (1998-2003) y actualmente siguen en el top-10 mundial. Desafortunadamente solo se puede subir hasta el llamado skybridge, un puente colgante que une ambas torres gemelas a solo 170 metros de altura y a un precio desorbitado de 80 ringgits (20 euros).

Debajo de las Petronas hay un gran centro comercial, el Suria KLCC, que cuenta con una extensa zona de restaurantes con comida de todos los rincones del mundo. Es un buen sitio para llenar el estómago, aunque suele estar lleno de gente. Fuera del centro comercial se extiende un gran parque con fantásticas vistas de las Petronas.



Las inconfundibles Petronas Towers.



Vista de las Petronas desde el parque que se extiende a sus pies.



Limpiando el lago del parque de las Petronas.



Atardeciendo en las Petronas Towers.


Al sur de las Petronas podemos encontrar el llamado Triángulo de Oro, el Golden Triangle, donde se concentran las tiendas de moda y los grandes centros comerciales de la ciudad. La calle Bukit Bintang es la principal vía de este paraíso del consumismo y en los alrededores hay montones de bares y restaurantes 'fashion'. La calle Changkat Bukit Bintang está repleta de pubs y discotecas.

Otra visita interesante, sobre todo si las vistas desde las Petronas han decepcionado un poco, es la Menara KL, una torre de telecomunicaciones de 421 metros con un mirador abierto al público situado por encima de los 200 metros. La entrada cuesta 47 ringgits (11 euros).



Metro elevado en la calle Bukit Bintang.



Céntrica avenida en la zona moderna de Kuala Lumpur.



Modernas tiendas en la calle Bukit Bintang.



El monorrail que atraviesa el Triángulo de Oro.


VÍDEO: Un viaje en el monorraíl de Kuala Lumpur



Panorámica de Kuala Lumpur desde la torre Menara KL.

8 comentarios:

  1. Un buen reportaje fotográfico que me ha conducido de nuevo por los mejores lugares de Kuala Lumpur. KL no tiene quizás demasiada buena fama y siempre se compara con otras urbes del Sudeste Asiático pero yo me sentí muy a gusto allí y la encontré una ciudad con suficientes atractivos para dedicarle un par de días.

    Un abrazo

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  2. Hola M. Teresa. Sí, desde luego. Quizás no tenga templos tan espectaculares como Bangkok, pero si merece la pena perderse un par de días por sus calles. Un saludo!!

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  3. me encantan las capitales asiaticas y Kualu Lumpur la tengo pendiente asi que tomo nota
    abrazos

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  4. Hola Bleid. Tiene suficientes encantos como para dedicarle un par de días. Un saludo!

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  5. Me gustó mucho Kuala Lumpur! Nunca olvidaré la vista de las petronas de noche! Brutal :) Saludos!

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  6. Hola Meritxell. A nosotros también nos sorprendió positivamente Kuala Lumpur, una ciudad que suele ser considerada de paso, pero que merece una visita. Saludos!!

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  7. Kuala Lumpur, parece en algunas fotos NYC, cómo ha cambiado Asia. Fenómenal la entrada. Saludos viajeros

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  8. Hola Paco. Sí que hay zonas de KL que recuerdan un poco a Nueva York: Rascacielos, centros comerciales, parques urbanos, tráfico... Un saludo!!!

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