Mihintale, la cuna del budismo en Sri Lanka
Después de pasar unos días en la playa de Nilaveli continuamos viaje hacia Anuradhapura, parando de camino en Mihintale, la cuna del budismo en Sri Lanka. Fuimos como siempre en coche privado con conductor y nos costó 19.000 rupias (53 euros). Esta vez contactamos directamente con el chófer que nos había llevado a Nilaveli y fue él quien nos buscó a un colega suyo para llevarnos. Mihintale está muy cerca Anuradhapura, solo 13 kilómetros antes de llegar a la ciudad, y tardamos dos horas en llegar desde Nilaveli.
Como he comentado, Mihintale está considerado el lugar de nacimiento del budismo en Sri Lanka porque fue aquí donde comenzó a difundirse esta religión por toda la isla en el siglo III a. c. El conjunto de templos que componen este santuario se levanta sobre una colina sagrada, a la que acuden peregrinos y monjes budistas procedentes de todo el país.
El conductor nos dejó en el aparcamiento del santuario, donde hay montones de monos, algunos bastante cabroncetes porque intentan quitarte la mochila o el bolso, sobre todo si llevas comida dentro. También hay manos en las escaleras que suben hasta los templos de Mihintale, así que hay que estar atentos. Para acceder al recinto religioso hay que pagar una pequeña entrada y descalzarse.
El lugar más sagrado de todo el complejo monástico es el Aradhana Gala o Roca de Mihintale, a la que se asciende por unas escaleras talladas en la roca y desde la que se obtienen fabulosas vistas panorámicas de los alrededores. Según la tradición, fue en esta roca donde se impartieron las primeras enseñanzas budistas en Sri Lanka.
En el centro del recinto también destaca la pequeña dagoba Ambasthala, de color blanco y rodeada de columnas, que data del siglo II, mientras que subiendo por otras escaleras se puede llegar hasta la gran dagoba Maha Saya. Otro lugar al que se puede subir es hasta el gran Buda de Mihintale, de color blanco inmaculado y desde el que también se obtienen buenas vistas panorámicas.
Debajo de la colina donde se encuentran los lugares sagrados hay algunos restos arqueológicos interesantes, como la Kantaka Chetiya, una de las dagobas más antiguas de Sri Lanka, o un antiguo hospital que servía a los monjes budistas que vivían o peregrinaban a Mihintale. El complejo monástico se puede visitar en un par de horas, algo más si también quieres ver las ruinas de la parte baja.
Después de la visita, el conductor nos llevó a comer a un restaurante de Anuradhapura antes de dejarnos en nuestro hotel.



















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