Delta del Mekong

Para ir al Delta del Mekong contratamos otra excursión organizada con una agencia de Saigón, Delta Adventure, situada cerca de nuestro hotel Orient. Escogimos un tour de dos días y una noche con final en Phnom Penh, así aprovechamos la visita al delta para llegar a Camboya perdiendo el mínimo de días posible.

El tour nos costó 35 dólares durmiendo en un hotel flotante en habitación doble con aire acondicionado (30 sin aire), más 20 dólares por coger un barco rápido (fast-boat) al cruzar la frontera camboyana hasta Phnom Penh (el lento es más barato, pero tarda el doble).

La excursión está bien para ver el Mekong y hacerse una idea de cómo es la vida en el delta, pero son muchas horas de autobús y de barco. Es un poco paliza, aunque si se aprovecha para llegar a Camboya merece la pena, ya que el trayecto en autobús entre Saigón y Phom Penh también es muy largo y puede durar hasta 12 horas.

El tour empezó temprano por la mañana en un autobús con destino a Cai Be para ver su famoso mercado flotante. Solo hay unos 100 km de distancia, pero se tarda más de tres horas en llegar por culpa del tráfico. Por el camino se fue nublando y pronto el monzón empezó a descargar con fuerza, una lluvia que nos acompañó prácticamente durante todo el tour por el Delta del Mekong.



Carretera hacia el Delta del Mekong.


Al llegar a Cai Be montamos en un barco para recorrer los canales del pueblo, pero del mercado flotante no quedaba ni rastro porque ya era casi el mediodía. Los mercados flotantes empiezan muy temprano, sobre las 5 de la mañana, y se terminan a eso de las 9.00 h. Los que estén especialmente interesados en visitar uno, ya sea el de Cai Be o cualquier otro de los muchos que hay en el Delta, deberían hacer noche en el lugar del mercado para poder madrugar y verlo en condiciones al día siguiente. De hecho, una parte de nuestro grupo, la que regresaba a Saigón en lugar de continuar hasta Camboya, se quedó a dormir en Cai Be para visitar el mercado flotante al día siguiente.

Los que seguimos hacia Camboya cogimos otro autobús después de comer para llegar a Chau Doc, cerca de la frontera camboyana y a unas cuatro horas de distancia. Para amenizar el trayecto paramos a visitar una granja de cocodrilos. En Chau Doc nos alojamos en un hotel flotante con desayuno incluido en el precio.



Embarcadero en Cai Be.



Entrando en el pueblo de Cai Be.



La pintoresca iglesia de Cai Be.



Fachadas sobre las aguas del Mekong.



Las tiendas se abren directamente hacia el río.



Cargando fardos en la barca.



Pocos vendedores quedan en el mercado flotante de Cai Be.



Seguimos navegando por los canales de Cai Be.



El monzón ha arrastrado mucha maleza hacia el río.



La maleza llega a formar barricadas en algunos tramos del río.



Otro vistazo a Cai Be.



Preparando pan de arroz en Cai Be.



Secadero de pan de arroz.



Más fachadas junto a las turbias aguas del río.



Lavando la ropa.



Las antenas de televisión de Cai Be apuntan hacia el cielo nublado.



Pintoresco canal en dirección al restaurante donde comimos.



Tráfico en el canal.


VÍDEO: El monzón azotando nuestra barca



Llegando al ferry para cruzar con el autobús uno de los grandes brazos del Mekong.



Atravesando el Mekong.



El gran Mekong.



Granja de cocodrilos.



Llegando a Chau Doc.


A la mañana siguiente fuimos a visitar un pueblo de pescadores cercano a Chau Doc y luego paramos en otro pueblecito de la etnia Cham, una curiosa minoría que habita en la región del delta y que practica la religión musulmana. Los Chams tienen su propia lengua y son un pueblo risueño dedicado a la pesca, siempre dispuesto a charlar con el turista.

Tras estas visitas, seguimos remontando el curso del Mekong hasta la frontera camboyana. Primero paramos en una oficina flotante de la policía vietnamita para obtener el sello de salida de Vietnam y poco después amarramos el barco junto a la aduana camboyana, situada en la ribera del río. Tras formalizar los trámites de entrada a Camboya cambiamos de embarcación y cogimos el fast-boat que tardó unas tres horas en llegar a Phnom Penh. El barco lento tarda más de seis horas.



Pueblo de pescadores cercano a Chau Doc.



Llegando al pueblo de los Chams.



Vendedoras de pescado, en el pueblo Cham.



Comprando pescado.



Sonrisas.



Los chams son musulmanes y muchas mujeres ocultan su pelo.



Niños jugando sobre una montaña de sacos.



Y los hombres trabajando en la construcción.



Enormes barcos surcan el Mekong.



Puesto fronterizo camboyano.



Entrada al puesto fronterizo para sellar el pasaporte.



El barco rápido nos espera al otro lado de la frontera.



Entrando en Camboya.



Joven pastor camboyano abrevando a los bueyes.



Bienvenidos a Camboya.



Primer pueblo camboyano en la ribera del Mekong.


VÍDEO: Remontando el curso del Mekong



Llegando a Phnom Penh.

4 comentarios:

  1. Excelente reportaje fotográfico. Nosotros queríamos hacer el trayecto por el Mekong a la inversa pero al final nos quedamos las tres semanas en Camboya. Como te voy repitiendo en cada entrada cada vez que veo tus fotos me entran muchas ganas de viajar a Vietnam.

    Buen fin de semana

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  2. Muchas gracias M. Teresa! La verdad es que Vietnam tiene mucho que ofrecer, sobre todo el norte. Ahora empezaremos con la serie sobre Camboya, que también es un país fantástico. Saludos!!

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  3. Hola. Me parece mucho más interesante realizar el viaje entre Ho Chi Minh y Camboya siguiendo la ruta que vosotros hicisteis, en vez de el autobús nocturno hasta Siem Riep. La información de vuestro blog me está siendo muy útil para organizarme el viaje por Vietnam este verano, y las fotografías, por supuesto, son estupendas. Muchas gracias...

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  4. Hola Aviñó. Sí, navegar por el Mekong es una forma más divertida de llegar a Camboya, que en autobús. Además se puede aprovechar para combinarlo con un tour por el Delta del Mekong. Saludos!

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