Ouarzazate

Ouarzazate ha sido siempre un punto estratégico para las caravanas que llegaban del desierto y un importante enclave comercial. Actualmente la ciudad es la meca del cine marroquí y muchas productoras de Hollywood también han levantado aquí estudios cinematográficos. Los alrededores de Ouarzazate, entre el desierto y el Atlas, son un excelente decorado para rodar películas.

La kasba de Taourit, escenario de La Guerra de las Galaxias, es uno de sus principales atractivos. Se trata de una fortaleza de adobe perfectamente restaurada cuyo laberíntico interior se puede visitar. Fuera de las kasba se extienden las estrechas callejuelas de la Mellah, o barrio judío, ideales para perderse un rato entre sus casas de adobe.

Otro lugar destacado en la kasbah de Aït Benhaddou, a 30 km de Ouarzazate. Es un fantástico pueblo fortificado que ha servido de escenario para multitud de películas americanas y que se erige en una colina junto a un pequeño riachuelo. En su interior todavía viven varias familias y para visitarla hay que contratar los servicios de un lugareño a cambio de una propina. En el pueblo de Aït Benhaddou hay restaurantes y tiendas para comprar provisiones.


A 204 kilómetros de Ouarzazate.


Paisaje inhóspito.


Cabras pastando en la escasa hierba.


Adelantando a una moto.


Una gasolinera perdida.


Llegando a Ouarzazate.


Avenida Mohammed V, la principal vía de la ciudad.


Tienda de artesanía.


Kasbah de Taourit, emblema de Ouarzazate.


Detalle de la kasbah de Taourit.


Panorámica de la ciudad desde el interior de la kasbah de Taourit.


Una cuesta se adentra en las callejuelas de la Mellah.


Bello rincón de la Mellah de Ouarzazate.


Señora en la puerta de su casa.


En bicicleta por la Mellah.


Una destartalada plaza.


De la mano con su hijo.


Las tiendas de artesanía se abren hueco en las casas de adobe.


Una solitaria callejuela.


Fantástica silueta de la kasbah de Aït Benhaddou.


Hay que cruzar un riachuelo para llegar a la kasbah.


Estos raquíticos ríos son fuente de vida en el desierto.


Interior de la kasbah de Aït Benhaddou.


Alfombras en el interior de la kasbah.


Colorida artesanía marroquí.


Vista desde lo alto de la kasbah.


Panorámica del pueblo de Aït Benhaddou.


Un árido paisaje rodea Aït Benhaddou.

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