Santiago de Chile




Aterrizamos en el aeropuerto Arturo Merino Benítez de Santiago sobre las 7.00 de la mañana con Air Comet. La compañía española tiene fama de estar abonada a los retrasos y cancelaciones, pero la verdad es que nuestro vuelo fue plácido y puntual. El bajo coste, no obstante, tampoco se nota demasiado porque los billetes desde Madrid nos salieron por más de 1.200 euros.

Para llegar al centro hay un autobús que recorre la avenida Libertador O'Higgins, la principal arteria de la ciudad, y te deja al lado del Palacio de la Moneda. Desde allí caminamos al llamado barrio París-Londres para buscar alojamiento. Este barrio es en realidad dos calles, la calle París y la calle Londres. Las dos están adoquinadas y tienen cierto aire europeo. Hay bastantes hoteles.

Nosotros nos alojamos en el Hotel París y la habitación doble con baño privado y desayuno nos costó 14.000 pesos (menos de 20 euros). El agua caliente funciona mejor por las noches y tiene calefacción, aunque el radiador sólo está templado. Es básico, pero está muy bien situado.

Con la cama asegurada y el anorak puesto (cambiamos los 38ºC de Madrid por los 4ºC de Santiago a las 9.00 de la mañana) nos fuimos a recorrer la ciudad. Uno de los principales atractivos del centro es el Palacio de la Moneda, sede del gobierno y tumba de Salvador Allende durante el golpe de estado de Pinochet. Junto al palacio hay una estatua en memoria de Allende.

La Plaza de Armas y la catedral son otros lugares destacados del centro de Santiago. La plaza está rodeada de calles peatonales repletas de tiendas. Muy cerca está el mercado central, con muchas pescaderías y puestos para comer. El cerro de Santa Lucía proporciona unas vistas magníficas de la ciudad con los inmensos Andes nevados de fondo.

Al otro lado del fétido río Mapocho se encuentra el barrio de Bellavista. Es el mejor lugar de Santiago para cenar y tomar unas cervezas por la noche. Los precios son económicos y hay multitud de restaurantes y bares con música. Las cervezas Escudo de litro cuestan 1.000 pesos (poco más de un euro).

Desde Bellavista se puede ascender al Cerro San Cristóbal en funicular y contemplar la inmensidad de Santiago. Es el punto más alto de la ciudad y, como en el cerro de Santa Lucía, las vistas merecen la pena. Se puede bajar luego en teleférico por la otra vertiente y llegar al moderno distrito de Providencia. Es otra zona con muchos restaurantes y bares, aunque más caros y pijos. Es un barrio con muchos edificios de oficinas y zonas residenciales.

El mejor medio para moverse por Santiago es el metro: barato, rápido y puntual. Un par de días son más que suficientes para ver los principales atractivos de la ciudad.



Fantástica vista de Santiago con los Andes de fondo desde el cerro Santa Lucía.



El Palacio de la Moneda.



Policía en el Palacio de la Moneda.



Calle comercial del centro.



La catedral y los pintores de la Plaza de Armas.



Vendiendo fruta junto al río Mapocho.



Subiendo al cerro Santa Lucía.



Terrazas de Bellavista. Con el anorak puesto se puede tomar unas cervezas.



Cerveza Escudo, la más bebida en Santiago.



El moderno barrio de Providencia.



La Calle París, donde estaba nuestro hotel París.



Boca de metro en la Avenida Libertador Bernardo O'Higgins.



Otra vista de la avenida O'Higgins.



La Piojera, un clásico de Santiago.



Santiago está lleno de perros callejeros.

2 comentarios:

  1. Anónimo28/1/15

    Soy chileno pero aunque no vivo en mi país me parece que hay algunas imprecisiones. Primero , la cerveza Escudo ni de cerca es la mas tomada por los chilenos y, segundo, eso de que esta la ciudad llena de perros callejeros es una exageración. Otro detalle, antes que se me escape, dos días no son suficientes para visitar todo lo que tiene Santiago. Lo mismo que yo dijera que Madrid, que conozco, con dos días basta.

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  2. Anónimo18/2/15

    Estoy de acuerdo con mi compatriota, yo vivo en Stgo. sin embargo sólo en lo de la cerveza tengo una cierta discrepancia, porque la Escudo compite con la Cristal en ser las más tomadas, aunque también se bebe mucho las cervezas artesanales e importadas, lo de los perros no es tan cierto, lo que pasa es que en otras capitales están prohibidos los perros callejeros y en cuanto a visitar atractivos turísticos la ciudad es muy extensa y con medios de transporte lentos para recorrer en poco tiempo, si se visitan lugares uno se tarda tiempo en cada lugar y se requiere de varios días para visitar todo lo posiblemente "turisteable" y que hablar de los alrededores de Stgo. en que se requiere una mañana o tarde entera para ir y regresar

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