Isla del Sol

Compramos los billetes para ir a la Isla del Sol en el mismo hotel Utama. Los barcos salen cada mañana a las 8.00 h. y tardan una hora más o menos en llegar. Te dejan en el norte de la isla y te esperan en el sur para regresar a Copacabana por la tarde.

La caminata desde el norte de la isla hasta el sur es de unos 10 km por un paisaje desértico fascinante. No hay coches ni vehículos y en toda la isla se respira una enorme tranquilidad con las magníficas vistas del Lago Titicaca de fondo. Es importante llevar agua y algo de comer porque hay pocos lugares para comprar provisiones. De vez en cuando te cruzas con algún lugareño encantado de charlar un rato.

Durante la caminata por la Isla del Sol se visitan algunas ruinas incas como el Templo del Sol, las ruinas de Chincana o la piedra sagrada. Los incas creían que en esta isla había nacido el sol y Manco Capac, uno de sus primeros y más poderosos soberanos.

El trekking termina en Yumani un pequeño pueblo con montones de restaurantes y hoteles. Quedarse a dormir en la isla también es una buena opción, aunque nosotros no teníamos días suficientes para hacerlo.



Barca de pescadores en el Titicaca.



Llegando a la Isla del Sol.



Varios niños contemplan la llegada de turistas a la Isla del Sol.



Cerdos junto a las aguas del lago.



Parece una playa tropical, pero es el Titicaca a 3.820 m. sobre el nivel del mar.



El pueblo de Challapampa, en la Isla del Sol.



Lugareñas caminan por la isla.



Preciosas vistas del Titicaca desde cualquier punto de la Isla del Sol.



Las ruinas incas del Templo del Sol.



Los majestuosos Andes nevados custodian el Titicaca.



Hay montones de islotes en el Titicaca.



Un par de niñas con su llama.



Este es el sendero que recorre la isla de norte a sur.



Uno de los pocos puestos de avituallamiento que hay durante la caminata.



Otra vista del Titicaca.

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