China



Día 1. Pekín
Día 2. Pekín
Día 3. Pekín (Gran Muralla)
Día 4. Pekín
Día 5. Pekín-Pingyao
Día 6. Pingyao-Xian
Día 7. Xian
Día 8. Xian
Día 9. Xian-Chengdu
Día 10. Chengdu
Día 11. Chengdu-Leshan-Chengdu
Día 12. Chengdu-Lhasa
Día 13. Lhasa
Día 14. Lhasa
Día 15. Lhasa-Chongqing
Día 16. Chongqing-Guilin
Día 17. Guilin-Pingan-Guilin
Día 18. Guilin-Yangshuo
Día 19. Yangshuo
Día 20. Yangshuo
Día 21. Yangshuo-Hong Kong
Día 22. Hong Kong
Día 23. Hong Kong
Día 24. Hong Kong-Shanghai
Día 25. Shanghai
Día 26. Shanghai
Día 27. Shanghai
Día 28. Shanghai-Madrid

Presupuesto: Viajar por China está tirado aunque como en todos los viajes, el presupuesto siempre se acaba disparando. El transporte, sobre todo si se cogen vuelos interiores, es lo que más dinero se lleva. Se puede dormir en hoteles con aire acondicionado, baño privado, televisión y todas las comodidades de un tres estrellas por unos 20 euros la doble. Las comidas difícilmente superarán los 5 euros por persona. En algunos lugares llegamos a comer por dos euros. Sólo hay que mirar un poco y evitar los sitios de lujo... Nosotros nos acabamos gastando unos 2.500 euros por persona con vuelos ida y vuelta a China incluidos. Finnair, con escala en Helsinki, suele tener los billetes más baratos.

Comida: En China se come bien. Al principio cuesta encontrar los sitios adecuados, pero cuando llevas unos días acabas pegándote unas comilonas de puta madre por pocos euros. Se puede probar perro, escorpiones y todas esas cosas, aunque nosotros pasamos... Lo más exótico que probamos fue la carne de yak en el Tíbet. Las cervezas son de fábula. Botellones de casi tres cuartos de litro por menos de un euro y casi todas las marcas están buenas. Eso sí, la mayoría de los productos que compras en un supermercado (botellas de agua, galletas, latas de refrescos...) suelen estar caducadas... Mirad que su caducidad sea relativamente reciente y 'pa dentro'. No queda más remedio.

Transporte: El transporte se lleva una buena parte del presupuesto, aunque seguro que se puede viajar más barato si se toman autobuses o si se viaja en asiento en el tren. Nosotros utilizamos el avión para las distancias largas y el tren, en litera dura (hard-sleeper) y blanda (soft sleeper). Conseguir billete en litera blanda es complicado, pero en la dura suele haber de un día para otro. Aun así, mi consejo es que compréis los billetes para el siguiente destino al llegar a una ciudad. El hard-sleeper son compartimentos de seis literas sin aire acondicionado y sin puerta, pero no se duerme mal y los compañeros de viaje suelen ser más animados. La blanda son compartimentos de cuatro literas, con aire acondicionado y puerta para cerrar. Son algo más cómodos, pero también se nota la diferencia de precio.


Vagón de litera dura, hard sleeper.


Serpiente a la brasa y frita, en el menú en inglés de un restaurante.


Un lavabo público estándar en China.

2 comentarios:

  1. hola, soy alvaro y me respondiste en el foro lonely, te lo agradezco; por cierto, muy bueno tu blog, mucha y buena información, pues nada, gracias...y a viajar

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  2. Sólo una curiosidad, los productos que comprabas no estaban caducados! Una amiga china me comentó que ponen la fecha de envasado. Yo también pensé lo mismo :P

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